La realidad de los transportistas: «He pedido un ICO porque en marzo y abril mi trabajo ha caído un 60%»
El crecimiento del comercio electrónico y el aumento de la demanda de productos alimenticios de primera necesidad en los supermercados no han compensado la caída de la actividad logística en general
Los transportistas son un elemento de la cadena de suministros esencial y así lo ha ratificado la crisis del coronavirus, desde que se proclamó el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Una situación que ha puesto de manifiesto la eficiencia y la competitividad de las empresas de logística españolas, que han garantizado el buen funcionamiento de la cadena de suministros asegurando el abastecimiento a todos los hogares españoles ante un escenario complejo.
El crecimiento del comercio electrónico y el aumento de la demanda de productos alimenticios de primera necesidad en los supermercados no han compensado la caída de la actividad logística en general, con solo un 30% de la cuota de mercado. La gran mayoría de las empresas no han podido suplir el cierre de los negocios físicos, el parón en la industria del automóvil o la prohibición de las mudanzas.
Uno de los afectados por el golpe de la crisis del coronavirus a la logística es Antonio Villaverde, que tiene una pequeña empresa familiar especializada en el transporte de carga de equipos de gimnasios. «He pedido un ICO porque en marzo y abril mi trabajo ha caído un 60%», asegura el director general de Transvillaverde.
24.000 euros en gastos fijos
«Me he visto obligado a endeudarme para continuar pagando los gastos fijos que genera mi empresa como las nóminas de mis empleados, los seguros sociales, los alquileres de las naves, los leasing de los vehículos o las facturas de los talleres», explica y afirma que «es imposible sin ingresos».
«Una serie de facturas que a final de mes suman más de 24.000 euros», cifra Villaverde con calculadora en mano y explica «el prestamos me da la seguridad de poder pagar estos gastos, pero no deja de ser un dinero que tengo que devolver sin saber cuándo volverá la nueva normalidad».
El transporte fue uno de los servicios que desde que se declaró el estado de alarma se consideró esencial, pero el cierre de las empresas y el temor al coronavirus ha provocado que la actividad de los transportistas se haya reducido en los meses de marzo y abril más de un 60%.
Solución a corto plazo
Antonio Villaverde cuenta con la ayuda de siete empleados pero la inflexibilidad a la hora de solicitar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en el sector del transporte le ha obligado a buscar otras alternativas: «He optado por la reducción de jornada debido a la caída de la carga de trabajo, pero aun así no he podido compensar el déficit tal de la facturación».
«El Gobierno debería haber sido más flexible con los ERTE», crítica el empresario y tacha las ayudas del Gobierno de Pedro Sánchez de «insuficientes». Además, reclama medidas urgentes para salvar a los transportistas de la quiebra.
Las ayudas de Sánchez no llegan
«Nos sentimos desamparados», denuncia y critica que «las ayudas que ha anunciado el Gobierno no han llegado a las pequeñas empresas». Ante esta situación, Villaverde reclama medidas más directas como la condonación de los impuestos.
Sin embargo, afirma que este escenario es el reflejo del gran desconocimiento que tienen las administraciones del sector. «La crisis del coronavirus ha llegado en una época mala para el transporte, en la que los márgenes con los que trabajamos son cada vez más escasos», concluye el también presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA).
La crisis del coronavirus está asestando un golpe brutal a la economía española. Autónomos, pymes y empresarios están sufriendo las consecuencias tanto del propio coronavirus como de las medidas tomadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para paliarlo. En OKDIARIO queremos saber su historia: cuéntenosla en [email protected]